SER ESPIRITUAL
imagen: WWW.SHUTTERSTOCK.COM | ESTAMPAS – EL UNIVERSAL
"Amor: la fragancia de la meditación. Si meditas, tarde
o temprano llegarás al amor. Si meditas profundamente, tarde o temprano
empezarás a a sentir que nace en ti un inmenso amor que nunca antes habías
conocido, una nueva cualidad de tu ser, una nueva puerta que se abre. Te has
convertido en una nueva llama que ahora quieres compartir".
Esta es una cita del libro "Meditación, la primera y última libertad", de Osho, un maestro de la India que adaptó diversas técnicas milenarias de meditación para que el hombre occidental pudiera bajarle el volumen a su chat mental, entrara en silencio y en meditación -que el definía como un estado en el que estás totalmente presente en lo que estás viviendo.
Osho vivió años en Estados Unidos, escribió muchos libros, fue objeto tanto adoración como de rechazo por sus ideas. Como en todo, considero que cada quien puede decidir qué le sirve para su desarrollo y qué tomar específicamente de cada libro, corriente o maestro y qué dejar de lado.
A mí personalmente sus meditaciones me han servido mucho y son realmente terapéuticas. Ayudan a sacar bloqueos en el cuerpo y en la energía completa de la persona, a que se dé cuenta de actitudes, pensamientos, emociones, a ampliar la percepción; y, claro, lo más importante, a entrar en comunión con su lado espiritual, con el silencio, con la divinidad.
Esta es una cita del libro "Meditación, la primera y última libertad", de Osho, un maestro de la India que adaptó diversas técnicas milenarias de meditación para que el hombre occidental pudiera bajarle el volumen a su chat mental, entrara en silencio y en meditación -que el definía como un estado en el que estás totalmente presente en lo que estás viviendo.
Osho vivió años en Estados Unidos, escribió muchos libros, fue objeto tanto adoración como de rechazo por sus ideas. Como en todo, considero que cada quien puede decidir qué le sirve para su desarrollo y qué tomar específicamente de cada libro, corriente o maestro y qué dejar de lado.
A mí personalmente sus meditaciones me han servido mucho y son realmente terapéuticas. Ayudan a sacar bloqueos en el cuerpo y en la energía completa de la persona, a que se dé cuenta de actitudes, pensamientos, emociones, a ampliar la percepción; y, claro, lo más importante, a entrar en comunión con su lado espiritual, con el silencio, con la divinidad.
Las técnicas de meditación como
las de Osho y otras que incluyen movimiento, danzas, respiración y mantras, nos
ayudan por fases: Primero soltamos el estrés, se van reduciendo las tensiones
del cuerpo; luego, se van liberando algunas emociones, y también se van
aquietando los pensamientos. Y cuando ya uno entra en esa paz interior, se llena
de amor, ¡siente amor realmente! Y ese estado en el que estás sin pedir, sin
buscar nada, sólo sintiendo ese amor, y algunas veces, éxtasis, sintiéndose
parte de un todo inmenso y amoroso, eso es meditación.
Cada experiencia es individual, incluso cuando uno ya ha hecho una técnica y la
repite la experiencia normalmente es distinta cada vez. Por esto mismo podría
decir que cada definición de meditación es única, según lo que la persona
experimenta. Yo diría que lo que muchas veces llamamos meditación son en sí los
"ejercicios", ya sea físicos o mentales, para entrar en meditación, y
ésta es un estado particular que va más allá de las palabras.
En lo que hay consenso y coinciden muchas corrientes es en afirmar que los
beneficios de la meditación son observables en la salud física, emocional y
psíquica de la persona, y esto redunda en mejores relaciones interpersonales y
bienestar.
La meditación no está ligada a una religión o corriente. Podemos sentirnos muy
cercanos a Jesús, por ejemplo, y tomar una técnica de la India para entrar en
comunión con él.
Las técnicas de meditación son un camino, y el destino depende de tu estado y
tu mundo interior.